Bueno es tan antigua como el arte mismo y no es exagerado decir esto.
Por los antiguos era practicada sutilmente.
En el siglo XX con la aparición de los grandes autopromotores como; Pablo Picasso, Marcel Duchamp, Salvador Dalí,Joseph Beuys y Andy Warhol, entre muchos otros, la autopromoción es cosa sabida y aceptada por todos, esta ampliamente generalizada ahora, llegando a ser verdaderamente grotesca, entre los artistas de la farándula,del mundo del cine,y de la música.
En fin quiero decir que se practica hoy libremente por cualquiera,siendo cosa sabida por todos y vista con toda naturalidad, como antes dije.
Para empezar y como truco más socorrido por estos "artistas", todos ellos son tremendamente exitosos y millonarios,mínimo!
El diablo en Mexico,de un cuaderno de dibujo de Alberto Thirion
Viven en un mundo de oropel, y solo hacen ricos a todos aquellos vividores que los rodean.Los artistas "consagrados" hoy son pues quienes mejor dominan este arte.
Se considera mejores autopromotores a los artistas que aparentemente no se promueven, pero no es regla, desde luego, el caso de Salvador Dalí como autopromotor, sin medida es ampliamente conocido.
Sin embargo, él dijo una cosa muy cierta, cuando dijo,"El dibujo es la sinceridad", hace días encontré este viejo cuaderno de dibujos y no me canso de verlo.
Tiene algunos como este del diablo en Mexico, rezando ante una cruz de nopal, pero lo que mas me gusto es que, el nopal nace de un árbol talado, en tiempos del cambio climático,y tantas otras calamidades que nos azotan, creo que es muy oportuno el promoverlo un poco.
Pudiera parecer que no hay relación alguna entre el diablo y la autopromoción de artistas, pero si la hay, por qué entre estos artistas, hay verdaderos instrumentos del diablo; a los cuales la publicidad los hace aparecer como exitosos, como si el público los hubiese hecho sus ídolos.
San Miguel,por Alberto Thirion
Pero no es así son meras apariencias, ellos y ellas aparecen rodeados de la fama y la fortuna en los medios; muchas de estas personalidades, tienen obras vacías intrascendentes o están ya francamente al servicio del diablo.
Para darse cuenta de ello, basta el estudiarlos detenidamente.
Así vemos pues que con la autopromoción, ya no es el público el que hace al artista como antes fue, sino el artista o el publicista el que hace al publicó.
Siendo mucha vece el diablo el creador de estos artistas.
Recuperación de artículos perdidos de Alberto Thirion
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